Casi ningún coche actual es tan emblemático del placer de conducir en su sentido original como el BMW M2 Coupé, que lleva unos meses a la venta en todo el mundo y ya ha encontrado numerosos fans. Después de todo, el M2 combina las virtudes clásicas de BMW con un precio comparativamente bajo: distribución equilibrada del peso, seis cilindros en línea, tracción trasera, dimensiones compactas… Con ingredientes como éstos, es obvio que se está creando un producto deseable.
El potencial del BMW M2 y el hecho de que el aspecto de serie es impresionante, pero no necesariamente el final de la línea, nos lo muestran hoy dos proyectos apasionantes: Por un lado, vemos el BMW 2002 Turbomeister, diseñado oficialmente en Munich como homenaje al 50 aniversario del BMW 2002 Turbo; por otro, tenemos un diseño en Photoshop de Khyzyl Saleem:
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Su kit de carrocería virtualmente ancho toma ideas de diseño del deportivo híbrido enchufable BMW i8, sobre todo en la zona del faldón trasero, pero por lo demás se centra en un ensanchamiento bruto de todo el vehículo y tira por todo lo alto. Los pasos de rueda extremadamente ensanchados y el agresivo diseño del faldón trasero están flanqueados por un gran labio alerón trasero, y los cuatro tubos de escape del BMW M2 parecen casi delicados en este contexto.
Todavía está por ver si el proyecto de diseño se convertirá algún día en un kit de carrocería tuning que pueda comprarse realmente, lo cual es bastante improbable a primera vista. Lo que es indiscutible, sin embargo, es que el BMW M2 será la base de proyectos similares con mayor frecuencia en los próximos meses y años, porque se tardará mucho tiempo en encontrar una plataforma aún más adecuada para ello, al menos en la clase compacta.